La temporada de Semana Santa suele ser una época calurosa para muchas partes del mundo, además, durante estos días se suelen preparar platillos con alimentos que son bastante sensibles a las altas temperaturas, haciendo que el clima se convierta en tu peor enemigo si no conservas la comida correctamente, ya que esto puede ocasionar que tus alimentos se echen a perder fácilmente.
El calor puede acelerar la descomposición de los alimentos, especialmente si contienen elementos como los mariscos, pescados, huevo o crema, u otros ingredientes sensibles. Basta con que dejes un platillo fuera del refrigerador por unas horas para que este pierda su frescura habitual o incluso represente un gran riesgo para la salud si llega a consumirse. Pero entonces, ¿qué puedes hacer para evitarlo?