Ceci Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, denunció haber recibido amenazas de muerte tras sus declaraciones sobre el Rancho Izaguirre, un sitio que, según sus testimonios, habría sido utilizado como crematorio clandestino.
Ante la situación, Flores informó que dejará de abordar públicamente este caso y confirmó que se le ha reforzado la seguridad en Sonora. La activista ha sido una de las voces más visibles en la búsqueda de personas desaparecidas en el país.