El Vaticano comenzó este viernes la instalación de la tradicional chimenea en la Capilla Sixtina, que servirá para anunciar el resultado de las votaciones secretas del cónclave mediante humo negro o blanco. Este conducto metálico, montado sobre el techo de la capilla, forma parte de los preparativos finales para la elección del nuevo pontífice, que se realizará a partir del 7 de mayo tras el fallecimiento del papa Francisco.
La colocación del sistema coincidió con una nueva jornada de congregaciones generales, reuniones previas al cónclave en las que participan todos los cardenales presentes en Roma, incluidos aquellos mayores de 80 años, sin derecho a voto. Durante estas sesiones se discuten temas relacionados con la situación actual de la Iglesia y el perfil deseado para el próximo líder de los más de 1.300 millones de católicos en el mundo.
