El fundador de Telegram, Pável Dúrov, ha realizado serias acusaciones al afirmar que un gobierno solicitó que se restringieran las voces conservadoras en Rumanía, justo antes de las elecciones en el país. En su declaración pública, aunque no mencionó explícitamente a Francia, hizo una referencia manifiesta al asociar el pedido con un emoticono de baguette, símbolo de la nación francesa. Dúrov enfatizó su rechazo rotundo a estas supuestas presiones, reafirmando que Telegram no limitará las libertades de los usuarios en Rumanía ni bloqueará contenidos políticos.
La reacción del ministerio de Relaciones Exteriores de Francia fue rápida y contundente, negando las acusaciones de injerencia en las elecciones rumanas y reclamando un respeto hacia el proceso democrático del país oriental. Francia considera que las declaraciones de Dúrov son una distracción de las preocupaciones más serias relacionadas con la influencia externa en Rumanía.
Además, este incidente se produce en el contexto de acusaciones de interferencia rusa en las elecciones de Rumanía, lo que podría complicar aún más la situación política en la región. El gobierno rumano ha señalado que hay señales de esta interferencia en el actual ciclo electoral, lo que ha elevado las tensiones en la previa a la votación.
