Emmanuel Macron, Mark Carney y Keir Starmer solicitaron a Israel el cese de sus “acciones escandalosas” en Gaza y la apertura de la ayuda humanitaria. En una declaración conjunta, afirmaron que la reciente escalada militar israelí es “totalmente desproporcionada” en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre, que dejó más de mil muertos en Israel.
Los mandatarios advirtieron que, de no poner fin a la ofensiva ni levantar las restricciones humanitarias, tomarán “medidas concretas”. También condenaron el lenguaje utilizado por miembros del gobierno israelí y el desplazamiento forzoso de civiles, considerando que viola el derecho internacional humanitario. Además, se comprometieron a trabajar hacia el reconocimiento de un Estado palestino como parte de una solución de dos Estados.