Un juez federal de distrito, Brian Murphy, dictó una orden para que el gobierno de Estados Unidos facilite el regreso de un guatemalteco deportado a México a pesar de sus temores de sufrir daños en ese país. El hombre, identificado con las iniciales O.C.G. y miembro de la comunidad LGBTTTIQ+, estaba bajo una orden de protección contra la deportación a Guatemala. Sin embargo, fue enviado a México, desde donde eventualmente fue deportado de nuevo a su país de origen, donde se encuentra escondido. Según el juez, la expulsión carece de “debido proceso”.
La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, informó que O.C.G. se encontraba en el país ilegalmente y que se le había otorgado una suspensión de la remoción hacia Guatemala. McLaughlin argumentó que México era una “tercera opción segura” para el solicitante de asilo. En procedimientos judiciales previos, se había determinado que O.C.G. corría el riesgo de persecución y tortura si regresaba a Guatemala, así como también temía por su seguridad en México.