Una propuesta de impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos genera preocupación entre la comunidad migrante y sus familias en América Latina. El gravamen forma parte del presupuesto federal que discute la Cámara de Representantes, y de aprobarse impactaría directamente a más de 40 millones de personas que dependen de estos recursos.
México, segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, así como países como Honduras, El Salvador y Nicaragua, se verían especialmente afectados. Migrantes como María Lorenza Carrasco, residente en Florida desde hace más de tres décadas, expresaron su inquietud por el impacto económico que esto tendría en sus familias, que dependen de los envíos mensuales para gastos básicos y tratamientos médicos.