El acuerdo propuesto parece marcar un avance significativo en las negociaciones entre Hamás e Israel, ya que establece condiciones concretas para un alto el fuego. La liberación de 10 rehenes israelíes en dos grupos y la duración de 70 días para la tregua podrían ofrecer un respiro necesario en medio del conflicto. Además, la inclusión de una retirada parcial de la Franja de Gaza podría ser vista como un paso hacia la desescalada de la situación actual.
La participación de mediadores y el apoyo del enviado especial estadounidense Steve Witkoff indican el interés internacional en encontrar una solución pacífica. Sin embargo, la implementación de este acuerdo dependerá de la voluntad de ambas partes para cumplir con los términos propuestos y de la respuesta de la comunidad internacional a cualquier eventualidad que surja durante el periodo de tregua. La situación sigue siendo crítica, y el camino hacia una paz sostenible es complejo y lleno de desafíos.