La organización defensora de los derechos de los animales, PETA, proyectó el mensaje “Las corridas de toros son pecado” sobre el Vaticano, en una acción simbólica para pedir al papa Francisco —a quien erróneamente se refirieron como León XIV— que condene públicamente la práctica de la tauromaquia.
La protesta ha reavivado el debate sobre el rol de la Iglesia Católica en temas de protección animal y prácticas culturales. Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido una postura oficial en respuesta a la solicitud de PETA.