El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma legal que tipifica como delito los conocidos “pinchazos”, práctica que consiste en introducir sustancias al cuerpo de una persona mediante agujas u objetos punzocortantes sin su consentimiento. Esta conducta ha sido denunciada por múltiples personas en espacios como el transporte público y eventos masivos.
Con esta modificación al marco legal, los actos relacionados con los pinchazos podrán ser perseguidos de oficio, lo que significa que no será necesaria una denuncia formal por parte de la víctima para iniciar una investigación. La reforma busca dar respuesta a la creciente preocupación social sobre este tipo de agresiones.