El Mes del Orgullo comenzó en Estados Unidos con eventos en varias ciudades, como Nueva York, Chicago y Filadelfia, en medio de una serie de políticas federales que han modificado derechos para la comunidad LGBT+, especialmente para personas transgénero. Estas medidas incluyen restricciones al uso de programas públicos de salud para tratamientos de afirmación de género, cambios en requisitos de documentación oficial, y la exclusión de deportistas trans en competencias femeninas.
Organizaciones civiles y coordinadores de eventos han señalado una disminución en el patrocinio corporativo para actividades del Orgullo. En ciudades como Milwaukee, Nueva York y San Luis, empresas como Anheuser-Busch, PepsiCo y Nissan han reducido o cancelado su apoyo, lo que ha afectado los presupuestos previstos. A pesar de ello, se espera la realización de eventos masivos y conmemoraciones como el décimo aniversario del fallo Obergefell vs. Hodges, que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.