Cinco familias de la comunidad viven bajo la amenaza de un deslave tras las lluvias del 1 de junio, que provocaron el desprendimiento de tierra del cerro de Tlapacoya hasta las puertas de sus viviendas.
A pesar de haber solicitado apoyo al ayuntamiento, solo recibieron una máquina para retirar escombros. Máximo, un vecino de 81 años que vive más cerca de la cima, teme que su casa colapse si continúan las lluvias sin medidas preventivas.