La policía de Los Ángeles arrestó a más de 20 personas por violar el toque de queda durante la primera noche de restricciones en el centro de la ciudad. Las autoridades usaron proyectiles de control de multitudes para dispersar a cientos de manifestantes que protestaban contra la represión migratoria del presidente Donald Trump.
Hubo menos enfrentamientos que en noches anteriores y al amanecer se observaron personas en las calles realizando actividades cotidianas. Las autoridades justificaron el toque de queda para detener el vandalismo y el robo tras cinco días de protestas.