Investigadores propusieron un nuevo marco legal en Estados Unidos para proteger a pacientes que utilicen implantes cerebrales de alto riesgo. Estos dispositivos, diseñados para tratar enfermedades como epilepsia o parálisis, pueden generar complicaciones como convulsiones, accidentes cerebrovasculares o incluso la muerte.
El artículo publicado en Science plantea un sistema de compensaciones ante posibles daños causados por estas tecnologías. Los científicos señalan la necesidad de ajustar las regulaciones actuales para asegurar la responsabilidad ante efectos adversos en tratamientos con interfaces cerebro-computadora.