La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció el fin del toque de queda impuesto el 10 de junio tras varios días de protestas relacionadas con la detención de migrantes. Según la funcionaria, la medida contribuyó a prevenir delitos y proteger comercios y residentes.
El lunes, las autoridades habían reducido las horas del toque de queda debido a una disminución en los arrestos durante las manifestaciones nocturnas. La decisión de levantar la restricción se tomó tras observar una baja en los incidentes registrados en el centro de la ciudad.