Cada 24 de junio por la noche, diversas comunidades celebran la Noche de San Juan con rituales y costumbres que simbolizan la renovación y el inicio del verano.
La fecha coincide con la víspera del día dedicado a San Juan Bautista y reúne elementos como el fuego, la música y la convivencia colectiva.
Las hogueras son uno de los elementos centrales de esta celebración. En varias regiones, personas saltan sobre el fuego como acto simbólico de purificación. También se llevan a cabo bailes, cenas comunitarias y actividades al aire libre que varían según las costumbres locales, pero que comparten un mismo propósito: dar la bienvenida a un nuevo ciclo.