Sobrevivientes de la familia Garibaldi, tras la masacre ocurrida en el Barrio Nuevo de Irapuato durante las fiestas de San Juan, afirmaron que sus familiares fueron asesinados por una posible confusión con otros parientes ligados al crimen organizado. Exigen justicia por la muerte de siete integrantes, incluidos una maestra y un ingeniero.
De acuerdo con versiones oficiales, varios miembros de la familia Garibaldi han sido señalados desde los años 90 por su participación en actividades delictivas y su presunta alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Sin embargo, los sobrevivientes aseguran que no tienen relación con estos hechos y que han sido estigmatizados por su apellido.