Luis Miguel, originario de la Ciudad de México, es aficionado al Club Puebla, equipo al que apoya desde niño tras una visita al Estadio Cuauhtémoc. Su afición surgió pese a que su abuelo, nacido en Puebla, ha sido seguidor del Club América desde su infancia.
Ambos mantienen una relación familiar cercana y comparten el gusto por el fútbol, aunque con preferencias distintas. En cada enfrentamiento entre ambos equipos, ven los partidos juntos y realizan apuestas amistosas, sin que eso afecte su convivencia.