La empresa Zdenko, S.A. de C.V., que esta semana suspendió el servicio programado de hemodiálisis en siete hospitales públicos de Puebla, inició operaciones como firma dedicada a publicidad, capacitación y recursos humanos, de acuerdo con información publicada por la revista Contralínea. Fue en marzo de 2020 cuando amplió su objeto social para ofrecer servicios médicos especializados, y cambió de propietarios, quedando a cargo de Rocío Santamarina Aguirre y Aldo Zamorano Palacios, vinculados con el empresario Alexis Nickin Gaxiola.
Según Contralínea, la Unidad de Inteligencia Financiera ha identificado a Zdenko como parte del llamado “Cártel de las Medicinas”, una red de empresas que ha obtenido contratos en al menos cinco entidades del país. En Puebla, la empresa prestaba el servicio de hemodiálisis a través del programa IMSS-Bienestar en hospitales como Huauchinango, Ajalpan, Tehuacán, General del Norte, General del Sur y el Hospital para el Niño Poblano.
El contrato con el gobierno federal concluyó el pasado 30 de junio, por lo que la empresa suspendió la atención regular y solo mantuvo las sesiones de urgencia mediante una prórroga extraordinaria. Esta situación afectó a cientos de pacientes que dependen de las terapias de hemodiálisis, generando preocupación entre los usuarios y sus familias.
En 2024, Zdenko también fue adjudicada por el gobierno de Puebla en la licitación pública estatal GESAL-034-050/2024 para prestar servicios subrogados de hemodiálisis, con un monto mínimo de 28 millones de pesos y un máximo de 71 millones. En otras entidades, como el Estado de México y la Ciudad de México, la empresa también ha sido contratada para ofrecer servicios médicos especializados, incluyendo hemodiálisis, anestesia y mastografías móviles.