La académica Gabriela Pinto Márquez, del Departamento de Humanidades de la Ibero Puebla, explicó que los corridos, en sus distintas formas –tradicionales, tumbados o urbanos–, son más que canciones: son narrativas sociales que expresan la identidad de las comunidades. A través de estas composiciones, se relatan vivencias, emociones y luchas cotidianas, lo que las convierte en una forma de memoria colectiva y cultura popular.
Pinto destacó que los corridos varían según el territorio, la edad y el contexto en que se interpretan, pero todos comparten la función de generar pertenencia y construir vínculos. También señaló que estas expresiones musicales permiten a las juventudes reapropiarse de símbolos e historias para crear identidades propias, fuera de los moldes tradicionales y discursos oficiales.