Más de 150 mil trabajadores federales en Estados Unidos reciben pagos para no reincorporarse a sus funciones, como parte de un programa de renuncia diferida impulsado por la administración del presidente Donald Trump.
La medida busca reducir costos y aplica a quienes aceptaron postergar su salida hasta el final del año fiscal o hasta el 31 de diciembre de 2025. La cifra representa poco más del 6% del total de 2.3 millones de empleados federales.