Un incendio forestal que se creía controlado en Turquía volvió a intensificarse, lo que obligó a la evacuación de un pueblo entero. Más de 500 bomberos, apoyados por varios helicópteros, continúan combatiendo las llamas en la zona afectada.
Las autoridades mantienen las labores de contención mientras la población permanece en alerta ante la imprevisibilidad del fuego y las condiciones naturales.