Un estudio realizado en Hong Kong señala que jugar videojuegos durante más de cinco horas diarias se asocia con mayores niveles de depresión, ansiedad, estrés y soledad, así como con una menor autoeficacia educativa. La investigación, publicada en la revista PLOS One, analizó a 2 mil 592 estudiantes de primaria y secundaria, y advirtió que este hábito puede presentar características de adicción, según criterios de la ONU.
El reporte indica que, aunque los varones presentan más casos de juego compulsivo, cuando las niñas desarrollan este patrón, experimentan mayor soledad y menor apoyo social, lo que refleja un impacto específico de género. Los autores destacaron que la compulsión por jugar es un problema emergente de salud y comportamiento que ha recibido poca atención académica.