Durante el rezo del Ángelus en el Vaticano, el papa León XIV se pronunció sobre el tiroteo ocurrido el miércoles en una escuela católica de Minneapolis. Sin mencionar directamente a las víctimas, rezó por los niños fallecidos, Fletcher Merkel, de ocho años, y Harper Moyski, de diez, así como por los heridos.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el pontífice pidió el fin de la “pandemia de armas” y oró por los menores que mueren o resultan heridos cada día en distintos lugares del mundo. Miles de fieles lo acompañaron en la Plaza de San Pedro.