Por: Martha Berra
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), validó el pasado 12 de septiembre, los resultados de la jornada electoral para elegir a su nuevo rector y en la que salió electa por segunda ocasión, Lilia Cedillo Ramírez.
Sin embargo, ahora tendrá nuevos retos que enfrentar, ya que si bien la calificación del Consejo Universitario la benefició por los resultados de la elección que se desarrolló el 10 de septiembre, hay números que atender al interior de la máxima casa de estudios y no precisamente me refiero al dinero.
Por ejemplo, aquellas cifras que favorecieron a la reelección de la Dra. Lilia Cedillo en los complejos regionales de la Mixteca, así como de la Sierra Norte y Nororiental, que fueron básicamente donde el voto de los alumnos la prefirieron.
Sin embargo, uno de los retos para la rectora es lograr la pacificación al interior del corazón de la BUAP, es decir, Ciudad Universitaria, lugar en el que caso contrario a las Unidades Académicas del interior del estado, no resultó ser la mejor opción para los alumnos, ya que solo logró ganar la facultad de Cultura Física.
Es ahí donde debe estar la atención, ya que el rechazo a su gestión es más que evidente, empezando por la facultad de Medicina que fue la que inició el paro en febrero pasado en demanda de mejores condiciones mobiliarias y de servicio; demandas que por cierto, no se cumplieron.
En realidad el resultado que obtuvo el aspirante César Cansino, fue el que sorprendió, ya que con tan poco tiempo de campaña y desconocimiento previo de los perfiles a la contienda, logró un total de 31 mil 863 votos, nada mal, tomando como base los 41 mil 150 que obtuvo Cedillo Ramírez.
El periodo 2025-2029 no será tarea fácil para la rectora, porque pensar o dar por hecho que ya se sabe el camino por tratarse de una reelección, sería como reprobar el examen teniendo las respuestas a la vista; la contienda y el futuro de la universidad lo seguirán marcando los estudiantes.
Finalmente no hay que perder de vista los cambios que realizará a su equipo de trabajo que se espera, sean en beneficio de la comunidad estudiantil y no de quienes ven a la BUAP como la solución a la mejora de intereses personales.
