La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que todas las líneas telefónicas deberán estar registradas a nombre de sus usuarios. Con esta medida, ya no será posible adquirir tarjetas SIM de forma anónima en el país.
El objetivo, según el gobierno federal, es reducir los delitos como extorsiones, fraudes telefónicos y llamadas delictivas realizadas desde centros penitenciarios. El registro obligatorio permitiría a las autoridades vincular cada línea con una persona identificada.
La medida ha generado reacciones divididas. Mientras algunos sectores consideran que puede fortalecer la seguridad, otros advierten sobre posibles riesgos a la privacidad y señalan que podría derivar en mecanismos de control poblacional. El gobierno no ha detallado aún cómo se implementará el sistema de registro ni desde cuándo será obligatorio.