El gobierno interino de Perú, encabezado por el presidente José Jerí, declaró estado de emergencia en Lima luego de una manifestación que dejó un muerto y más de 100 heridos. La medida, anunciada por el primer ministro Ernesto Álvarez, permitirá la participación de las Fuerzas Armadas junto a la Policía para mantener el orden público en la capital.
Además, el Ejecutivo solicitará al Congreso facultades legislativas para implementar medidas en materia de seguridad. Las protestas, convocadas por grupos civiles y jóvenes de la llamada Generación Z, han aumentado la presión sobre el gobierno, que también enfrenta un incremento en los índices de criminalidad y extorsión.