La industria mexicana de Coca-Cola anunció su compromiso con el Gobierno de México para reducir en un 30 % las calorías de sus refrescos y hacer que las versiones sin azúcar sean más económicas que las tradicionales. El acuerdo busca contribuir a disminuir el consumo de azúcar entre la población, en medio del debate legislativo por el aumento de impuestos a estas bebidas.
Roberto Campa Cifrián, director de Asuntos Corporativos de FEMSA, explicó que en un plazo máximo de un año, el 70 % del volumen de refrescos que se comercializan en el país tendrá una formulación con menos calorías por mililitro, comenzando con las presentaciones más grandes.
México es uno de los principales consumidores de refrescos a nivel mundial, con un promedio de 166 litros por persona al año. El consumo excesivo de azúcar está vinculado a enfermedades como la obesidad y la diabetes tipo 2, por lo que la empresa también implementará incentivos comerciales para promover las versiones bajas o sin calorías.