Pepe Hanan
En el Puebla de la Franja las cosas parecen no tener remedio, ¿y cómo las tendrían?, si desde arriba el mal ejemplo cunde.
Si de por sí a nivel deportivo y futbolístico la cosa está muy mal, le puedo adelantar que en cuestión de disciplina la cosa está mucho peor.
Desde hace años se ha venido denunciando hasta el hartazgo los malos manejos tanto financieros como deportivos.
Sin embargo, la política interna del club consiste en ocultar y mentirle al aficionado de manera sistemática, lo cual ha rendido pocos resultados, pues tanto a nivel local como nacional es ampliamente conocida la situación real de la institución, a la cual, los resultados deportivos tampoco le ayudan.
Un equipo abandonado por sus verdaderos dueños y manejado por gente que está enquistada en el club desde hace más de 8 años y que, al interior, han construido un pequeño imperio de corrupción que terminó por aniquilar al club en todos sus aspectos.
Todo eso es sabido de sobra; sin embargo, y lejos de tratar de enmendarlo, las cosas van a peor, tanto a nivel “dizque” directivo como a nivel deportivo.
Mire usted, resulta que durante la transmisión por internet generada por el mismo club en el partido donde la Franja cayó al son de tres goles a cero frente a la Máquina de Cruz Azul, dirigida por el ex-DT de la Franja, Nicolás Larcamón, se hizo una denuncia pública por parte de una escort (como ahora les llaman), donde mencionó que tres jóvenes jugadores de Puebla, que estaban jugando como titulares, pasaron la noche anterior en un antro, donde pagaron bailes (privados, les llaman) y apostaron con las chicas que, en caso de ganar, les tendrían que dar bailes gratis o, en su defecto, si perdían, ellos los pagarían al doble (sobra decir quién perdió la apuesta).
Y lo peor es que denunciaba que estaban jugando mal debido a que los habían dejado muy cansados.
Lo lamentable es que, si estos jóvenes que apenas empiezan son indisciplinados y “antreros”, la verdad es que no van a llegar a ningún lado.

Y para acabarla de amolar, resulta que otro grupo de jugadores fue visto en otro antro en Puebla llamado “Normal” al terminar el partido frente al Cruz Azul, lo cual demuestra el poco interés que se tiene en el equipo y la importancia que los mismos jugadores le dan al paso del Club Puebla.
La fotografía que publico fue tomada a las 3:10 de la madrugada del sábado 1 de noviembre, es decir, después de la derrota se fueron a festejar la derrota por goleada.
Se puede argumentar que están en día libre; sin embargo, los aficionados nos quedamos con un pésimo sabor de boca al ver el poco o nulo interés que los jugadores tienen por el paso del equipo Puebla.
¿Qué se les puede pedir a los jugadores si el pésimo ejemplo viene desde el edificio de las oficinas del club, donde estas prácticas son comunes en el departamento de marketing?
Es decir, los directivos y empleados que manejan al equipo no tienen calidad moral para cuestionar el pésimo comportamiento de los jugadores y las constantes indisciplinas.
Imagínese, si así están los desórdenes, ¿cómo se puede pretender jugar bien al fútbol, traigan a quien traigan de director técnico?
Gabriel Saucedo y Rafael “Chiquis” García tendrían que dar un golpe de autoridad en la mesa y limpiar a la escuadra de jugadores indisciplinados; lo malo es que el cáncer lo tienen incrustado desde arriba y junto a sus oficinas, y tal pareciera que nada ni nadie puede hacer algo por quitar a estas lacras que ya se acabaron lo poco que quedaba de afición en Puebla.
En lo deportivo, se viene el último partido de la temporada frente a otro equipo alicaído, como lo es el León de Nacho Ambriz, y donde se jugará el farol rojo del torneo.
Tristemente, pase lo que pase, y aunque Puebla gane, es un hecho que terminará este torneo como el último lugar de la tabla. Triste pero cierto.
Nosotros, como siempre, seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
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