La visita de Dua Lipa a la Ciudad de México destacó por una serie de atuendos que retomaron el estilo lencero en distintas interpretaciones. La cantante presentó un minivestido negro con encaje blanco, una pieza que remite al auge del lingerie-as-outerwear, construido con paneles y transparencias que definen la silueta sin recurrir a elementos excesivos.
En otra aparición, utilizó un top tipo baby doll en seda rosa, con tirantes finos y caída ligera. La prenda se complementó con un cinturón dorado de formato amplio, falda negra y accesorios metálicos de gran tamaño, creando contraste entre una estética romántica y un enfoque contemporáneo.
Dua Lipa también optó por un mini vestido negro de acabado satinado, acompañado por una chaqueta estructurada con botones dorados y bordes deshilachados. La combinación integró referencias de moda parisina con una lectura moderna del slip dress, consolidando una propuesta basada en la lencería como pieza central del estilismo.