Ozair Viveros
En un entorno donde la percepción de inseguridad es una preocupación constante, la inversión en seguridad privada ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad básica para miles de familias mexicanas, y por supuesto de Puebla.
Desde cámaras de videovigilancia hasta alarmas con monitoreo y seguros vehiculares, en los hogares se destina una parte significativa del presupuesto familiar, buscando un bien cada vez más preciado, que es la tranquilidad.
La protección del patrimonio familiar es el primer frente de batalla. Los sistemas de seguridad para el hogar han democratizado su acceso, ofreciendo opciones que se adaptan a diversos presupuestos, desde kits básicos de hágalo usted mismo hasta sofisticados sistemas conectados a centrales de monitoreo.
Un sistema de alarma privada (que cuenta con sensores, sirena y panel) representa una inversión inicial que va de los mil 800 hasta los 10 mil pesos o más, dependiendo de la tecnología que se pretenda adquirir, pero en este caso, no se requiere de una cuota mensual.
Luego están los sistemas de videovigilancia que pueden ser básicos de baja a media resolución, y que representan una inversión por cuatro cámaras, de entre 2 mil 320 a 6 mil pesos.
Un sistema más robusto, es el de circuito cerrado con cuatro y hasta ocho cámaras, cuya inversión va de los 10 a los 20 mil pesos, y de ahí, se van desprendiendo otros servicios que incrementan el costo.
Por ejemplo, el servicio de monitoreo mensual que puede ir de los 450 a los 700 pesos, por alarma conectada a la Central.
Hay que tomar en cuenta que la inversión en equipos de videovigilancia de alta gama, con capacidad para 16 cámaras o tecnología IP, puede elevar el gasto inicial por encima de los 24 mil pesos.
Otro gasto es el del automóvil. El robo de autos se mantiene como una preocupación latente, con cifras de más de 100 mil vehículos robados anualmente en México. Esto obliga a los conductores a invertir tanto en medidas de prevención pasivas como activas.
Aunque los datos específicos del gasto promedio ciudadano en gadgets de seguridad vehicular son escasos, el principal gasto en este rubro es el seguro automotriz y los dispositivos antirrobo:
Seguro de automóvil (cobertura amplia/limitada): Varía ampliamente según el modelo, año y perfil del conductor, pero representa un gasto anual significativo, a partir de más de 10 mil pesos.
Dispositivos de rastreo GPS (localizadores): Los servicios de localización y monitoreo vehicular pueden tener un costo de instalación que va desde mil 500 hasta 4 mil, más una cuota de servicio mensual que puede oscilar entre los 200 y 500 pesos.
Alarmas aftermarket o sistemas inmovilizadores: Los kits de alarma modernos con tecnología Wi-Fi o GSM pueden costar entre mil 500 y 3 mil pesos solo por el equipo.
La seguridad personal se enfoca en la protección del individuo fuera del hogar y del vehículo. Aunque el gasto puede ser más difuso, abarca desde la adquisición de sprays de defensa hasta el uso de aplicaciones de monitoreo.
Gadgets de autodefensa: Sprays de pimienta o alarmas personales tienen costos relativamente bajos, desde 150 a 500 pesos.
Servicios de monitoreo personal o botón de pánico: Algunas empresas de seguridad ofrecen servicios de acompañamiento virtual o botón de pánico en aplicaciones móviles, integrados a sus planes de monitoreo residencial o con un costo independiente de 100 a 300 pesos mensuales.
Servicios de escolta o protección ejecutiva: Para un sector de la población de alto riesgo, los costos son considerablemente mayores.
Las tarifas mensuales de estos servicios de protección ejecutiva pueden superar los 20 mil pesos dependiendo de la complejidad y el nivel de riesgo de la persona que los adquiere.
